“La interactividad, consecuencia de la digitalización, incrementa el poder de los usuarios, alcanzando
niveles jamás obtenidos en las etapas anteriores del desarrollo de los medios y del consumo de la cultura”. (Jenkins, 2008: 57)
La circulación abierta de informaciones e ideas abre nuevas formas de expresión, debate, movilización y posibilidades emancipadoras, en las que compartir es la forma natural de relacionarnos. Las TIC son un desafío
y una oportunidad para universalizar y democratizar el conocimiento; relacionarse con culturas diferentes y
revitalizar la política. Podemos tener la capacidad de crear, intervenir, difundir y compartir, con una apropiación
libre, crítica y selectiva de la información y su aplicación tecnológica. De manera que, gracias al surgimiento de
los nuevos medios, los consumidores mediáticos adquieren un nuevo rol en materia de relaciones mediáticas.
Como sostiene Piscitelli, los consumidores de medios dejan de ser consumidores pasivos y pasan a ser prosumidores
mediáticos.