Es recomendable aunar esfuerzos que vinculen el mundo de los medios masivos y la escuela, de manera que se potencien mutuamente y así permitirles a los estudiantes aprender.
Las propuestas de sentidos emanadas de los medios industriales de comunicación en el siglo XX, implicaron también nuevas formas de narrar y narrar-nos. Surgieron lenguajes innovadores que dieron pie a un imaginario público poblado de símbolos diferentes a los tradicionales de la comunicación como el libro o los medios impresos en general. Incluso ya se habla de una suerte de tensión entre las “culturas” de la imagen y la de letra. La escuela, históricamente más ligada al libro -tanto que ha llegado a “domesticar” la palabra en los textos escolares-, todavía no ve con buenos ojos a las culturas mediáticas (con las excepciones del caso) que viven en las mentes y corazones de niños y adolescentes. Así tenemos que en el territorio de las escuelas cohabitan los planes y programas curriculares, la cultura de los libros, sobre todo en los docentes, y las significaciones mediáticas más propias del mundo infantil y juvenil. El currículum escolar y los textos son elementos consensualmente aceptados en el aula, aunque no todos los libros, sino los que legitima el canon de los especialistas en literatura, ciencias y humanidades. Esto parece adecuado y normal dadas las prácticas históricas de socialización “civilizadoras” en los niños y adolescentes.
Sin embargo, este tipo de debate parece absurdo y muy lejano a una educación que pretende la pertinencia e inclusión. Por esto es recomendable aunar esfuerzos que vinculen el mundo de los medios masivos y la escuela, de manera que se potencien mutuamente y así permitirles a los estudiantes aprender con elementos del entorno simbólico y no restringidos en una escuela que da las espaldas a su medio. Esto facilitará también el conocimiento del funcionamiento de los medios de comunicación y las Tecnologías de la Información (TI) más allá del mero rol de usuario, en otras palabras, les sirve para construir(se) una visión más crítica de la realidad re-presentada por la comunicación mediada.
Hoy la vida de todos nosotros se mueve en el plano de lo local y lo global (algunos dirían “glocal”). Basta mirar las etiquetas de la ropa y la procedencia de los artefactos que usamos en casa y en el trabajo, incluso los “productos” de nuestras prácticas laborales son luego utilizados por sujetos que posiblemente hablan lenguas irreconocibles para nuestros oídos. Ahora mismo estamos con un cierto grado de ansiedad respecto al Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, evento emblemático de la globalización en el ámbito de las comunicaciones. El Mundial pasado según la FIFA tuvo “una audiencia acumulada, en los hogares y fuera de ellos, de 26.290 millones de telespectadores” (http://es.fifa.com/aboutfifa/marketing/factsfigures/tvdata.html). Este año muchos más lo verán en las pantallas de sus computadores o al menos podrán seguir su desarrollo. En este sentido, la escuela no puede ser un paréntesis en el interés de nuestros estudiantes por los avatares de los partidos. También es posible que puedan aprender, ampliar sus miradas y comunicarse con otros para dar a conocer sus propios puntos de vista respecto de lo experimentado. Estas son las motivaciones actuales del proyecto “Aprendamos con el Mundial Sudáfrica 2010”, que a través de un texto con sugerencias de actividades en variadas asignaturas y niveles, facilita al profesor(a) la relación entre las diferentes dimensiones del evento deportivo y el trabajo pedagógico. Además, se generará una plataforma en internet para que los niños y adolescentes puedan intercambiar y conversar sobre temas que les interesen y que están asociados al Mundial. De esta manera se busca que se amplíen y fortalezcan las competencias expresivas de los estudiantes.
Esta es la tercera versión de este proyecto, para el Mundial de Alemania (2006) y los Juegos Olímpicos (2008) se preparó un texto destinado a los docentes. Este año la novedad es la participación de los estudiantes. El texto “Aprendamos con el Mundial Sudáfrica 2010” se distribuirá gratuitamente el miércoles 9 de junio, a las 12 horas, en la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales. Ahí los docentes podrán retirarlo y conocer otras iniciativas en que pueden participar ellos y sus estudiantes (mayor información en aprendamosconelmundial@mail.udp.cl).