Las Tecnologías de la Información y las Comunicación (TIC) son incuestionables y están ahí, forman
parte de la cultura tecnológica que nos rodea y con la que debemos convivir.
Incluimos en el concepto TIC los medios de comunicación de todo tipo: los medios de comunicación
social (“mass media”) y los medios de comunicación interpersonales tradicionales con soporte
tecnológico como el teléfono, fax.
Cambiantes, siguiendo el ritmo de los continuos avances científicos y en un marco de globalización
económica y cultural, contribuyen a la rápida obsolescencia de los conocimientos y a la emergencia de
nuevos valores, provocando continuas transformaciones en nuestras estructuras económicas, sociales y
culturales, e incidiendo en casi todos los aspectos de nuestra vida: el acceso al mercado de trabajo, la
sanidad, la gestión burocrática, la gestión económica, el diseño industrial y artístico, el ocio, la
comunicación, la información, la manera de percibir la realidad y de pensar, la organización de las
empresas e instituciones, sus métodos y actividades, la forma de comunicación interpersonal, la calidad
de vida, la educación… Su gran impacto en todos los ámbitos de nuestra vida hace cada vez más difícil
que podamos actuar eficientemente prescindiendo de ellas .
Sus principales aportaciones a las actividades humanas se concretan en una serie de funciones que nos
facilitan la realización de nuestros trabajos porque, sean éstos los que sean, siempre requieren una cierta
información para realizarlo, un determinado proceso de datos y a menudo también la comunicación con
otras personas; y esto es precisamente lo que nos ofrecen las TIC.