A las escuelas han llegado programas que, a través de la tecnología, pretendían mejorar los resultados escolares o la formación de los alumnos, entre otros aspectos. Políticos, pedagogos y profesorado han centrado el foco en incorporar la tecnología en las aulas, pero, ¿se ha conseguido una formación crítica y de gestión del capital emocional? Estos programas tienen en común que presentan la tecnología como la panacea a las problemáticas escolares. Sin embargo, la introducción de la tecnología en el aula no ha ido de la mano de una revisión sobre las teorías del aprendizaje y la educación. En esta comunicación se reflexiona sobre las carencias en competencia mediática de jóvenes de Barcelona y Lima. Se comparan los resultados obtenidos en un país desarrollado y en uno en vías de desarrollo. Tras la realización de cuatro focus groups con 41 alumnos/as de entre 14 y 17 años de clase media-baja de once centros de educación secundaria de Barcelona y Lima, se concluye que los/las jóvenes, a pesar de la gran presencia de lo s medios en el aula y fuera, carecen de las competencias necesarias para su desarrollo integral. Se han detectado carencias en educación mediática, no sólo entre los jóvenes estudiantes, sino también entre el profesorado encargado de formarles. Los resultados ponen de relieve la importancia de la formación en educación mediática de profesores y comunicadores. Por ello, en esta comunicación también se presenta una primera aproximación al análisis de los planes docentes de 151 estudios, relacionadas con la educación o la comunicación, de 71 universidades de todo el estado español, tanto públicas como privadas. Los resultados forman parte del estudio ‘La competencia mediática en un entorno digital. Diagnóstico de necesidades en tres ámbitos sociales’, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y dirigido por Joan Ferrés.