La comunicación surge como parte natural de la evolución del ser humano y el desarrollo del género se ha debido en gran medida a la facultad de comunicarse. La enseñanza también surge quizás como parte de la misma comunicación, pero mediante el aprendizaje la comunicación también se ha mejorado y perfeccionado; si comunicar es poner algo en común entonces educar es enseñar algo en común.
Al comunicarnos lo hacemos empleando diferentes niveles, desde el meramente funcional hasta el de intimidad en donde dejamos expuestos nuestros sentimientos. La comunicación hace que formemos distintas relaciones con nuestros interlocutores y conozcamos más su forma de ser y de pensar. En el proceso de enseñanza, el maestro debe de interactuar con los alumnos, formando muchas relaciones interpersonales, también los alumnos crean nuevas relaciones en su entorno educativo, tanto con sus maestros, como con sus compañeros y hasta con el objeto de estudio.
La comunicación está conformada de diversos elementos: quien comunica (la fuente), lo que se comunica (el mensaje), a través de qué se comunica (medio), a quién se le quiere comunicar (el destino). Para saber si lo que se intenta comunicar fue interpretada correctamente es necesaria la retroalimentación, de no ocurrir esta etapa no se sabe si el mensaje fue decodificado correctamente o si fue alterado por el ruido.