Valentí Gómez i Oliver, fundador OETI, portavoz OCTA
Hace pocos días he asistido, como miembro del Jurado internacional, a la premiación en Nueva York del Plural+ (Youth Video Festival: http://pluralplus.unaoc.org/) un evento que organiza anualmente la UNAOC, United Nations Alliance of Civilizations, para premiar los videos realizados por adolescentes y jóvenes de todo el mundo. El argumento: “Emigración, Diversidad e Inclusión Social”. Es por este motivo que ha sido organizado en colaboración con la IOM (International Organization for Migration).
Dividido en tres categorías (9-12 años; 13-17 años y 18-25 años) la tónica general ha sido la de un altísimo nivel, la de haber sabido expresar fílmicamente (y también en relación a los contenidos propuestos por el certamen) las inquietudes de los menores y jóvenes sobre el mundo que les rodea, sobre cuáles son sus problemas inmediatos, cuáles son las vicisitudes que implica ser adolescente y joven en el mundo globalizado hoy. Como ejemplo, uno de los premios (9-12 años) ha sido concedido a una producción española muy interesante “Do you really think that about me?”.
La televisión hoy- y más concretamente las nuevas “pantallas” que rodean toda aproximación al mundo “real” por parte de menores, jóvenes y en general de todas las personas- se ha convertido en un elemento fundamental a la hora de construir la imagen del mundo, a la hora de incorporar en la formación de los menores y jóvenes algo tan importante como la avalancha de “imágenes” que nos suministran los medios de comunicación. Y también todas las pantallas que cada día más non invaden en nuestra vida cotidiana.
Hacer un uso creativo, formativo, enriquecedor de estas “pantallas” es lo que pretende la “alfabetización mediática”, el aprendizaje de las nuevas tecnologías por parte de menores y jóvenes. Para ello es necesario hacerlo en la escuela, en las familias, en asociaciones, en los ratos de ocio sostenible, en definitiva en estos momentos de gran cambio tecnológico que está experimentando nuestra sociedad.
Pero precisamente para matizar esta “alfabetización mediática”, para evidenciar que el uso de toda esta tecnología puede resultar “formativo, informativo, educativo y entretenido” es por lo que he empezado estas breves notas mencionando la experiencia del festival Plural + (http://pluralplus.unaoc.org/) . Como tantos otros festivales que se realizan en el mundo, demuestra la capacidad creativa, artística, analítica y autocrítica que manifiestan los menores y jóvenes. Demuestra q ue cuando los menores y jóvenes dejan de ser tratados (por el mercado) como espectadores pasivos, meros consumidores y se convierten en creadores activos, en constructores críticos del mundo imaginario y simbólico, no sólo de “su mundo” sino en general del mundo, entonces la tecnología, bañada por el mundo de las emociones y regida por el mundo de la razón, adquiere el valor de un instrumento que contribuirá a la plena realización de los objetivos que persiguen los menores y jóvenes de hoy: construir, “virtual y realmente”, un mundo mejor y más sostenible y solidario. Y esto, de momento demasiado saltuariamente, se puede ver en la “televisión” que crean los menores y los jóvenes.